jueves, 26 de diciembre de 2013

Seguimos clasificando



Una de las cosas que mas le gusta a mi princesa es clasificar objetos, ya lo he comentado en esta entrada y es una de las fases por las que pasan los pequeños en su inicio del aprendizaje matemático.

La clasificación significa percibir las cualidades de los objetos y distinguir sus semejanzas y diferencias con otros objetos, agrupándolos o separándolos de acuerdo con estas cualidades. Exige una atención discriminativa y una capacidad de abstracción y asociación de cualidades de objetos distintos que permitan incluirlos o no en un grupo.

1. Reconocer las características de una colección y separar elementos que no pertenezcan a ella.

2. Reconocer características opuestas de los objetos.

3. Elegir objetos idénticos entre sí (trabajar igual y diferente).

4. Elegir objetos con alguna relación y que no sean idénticos.

En este caso la actividad surgió de manera espontánea, compramos en ikea los cuenquitos de colores que forman parte de la vajilla de plástico de los niños (teníamos ya los vasos, platos y cubiertos) y cuando llegamos a casa, los abrió y me dijo:

-Mami mira que de colores, voy a por una cosa


Y apareció con la cestita de los pompones.

Inmediatamente se puso a poner casa uno en su correspondiente cuenco (curiosamente los colores coincidan)




Una vez termina la clasificación inicio el conteo de los pompones que había de cada color.

Como veis, una actividad totalmente espontánea, me encantan ver su iniciativa en estas cosas.

A todo esto mi príncipe le robo la cesta de pompones y después inicio su trasvase, los cogía y los ponía en los cuencos, actividad con la que practica la pinza y la psicomotricidad fina.









Me gusta mucho ver como poco a poco van haciendo actividades y compartiendo juegos los dos juntos

miércoles, 25 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD

Una pequeña entrada para desearos a todos unas felices fiestas, vamos con un poco de retraso, pero hemos tenido problemas con la linea de Internet, así que estos días he estado totalmente desconectada.

Os deseo que el año que viene llegue cargado de felicidad y de muchos buenos momentos para compartir en familia. Que disfrutemos cada uno de los momentos de nuestros hijos y que crezcamos junto a ellos.

Mis mejores deseos para todos y ¡FELIZ AÑO 2014!



viernes, 20 de diciembre de 2013

No etiquetar

Hoy me gustaría hacer una entrada en mi blog sobre el peligro de etiquetar a los niños. Ayer me encontré con una madre con un niño pequeño más o menos de la edad de mi príncipe y me decía: 

- ¡Pero que bueno es tu hijo!, el mío es que más malo.... es el peor de todos (en comparación con sus hermanos) 

Lo que me sorprendió fue, que me lo dijeran delante de sus hijos (vale que son pequeños pero se enteran de todo) y que durante nuestra pequeña conversación el niño fuera etiquetado de malo no sólo una sino varias veces.

Y seguramente ese niño acabará siendo malo y además el más malo de sus hermanos, porque será lo que se espera de él y él lo asumirá como normal. 

Por eso hay que evitar etiquetar a los niños, a veces cuesta y no nos damos cuenta de ello, yo por eso evito describir a mis hijos, al menos delante de ellos. 

Es complicado y difícil y reconozco que a veces lo hacemos sin darnos cuenta. Pero los padres tenemos que intentar, que aunque a veces califiquemos a nuestros hijo de algo (tanto positivo como negativo) no hacerlo constantemente ni de forma repetida.








Nuestras expectativas afectan al modo en que nos comportamos ante determinadas situaciones, y así actúan las etiquetas que les asignamos casi de manera inconsciente a los niños. "Eres un vago" "eres malo" "eres desordenado" "eres desobediente" .....

Cuando denominamos repetidamente a un niño de una determinada manera, termina por asumir que es así. Somos una mezcla de genética y entorno y este último nos puede influir potenciando o debilitando nuestras capacidades base.

La personalidad infantil se encuentra en constante cambio, con lo cual, asignar etiquetas es algo tan delicado que podría incluso repercutir de manera negativa en el correcto desarrollo de la misma.

Podríamos pensar que las etiquetas negativas son las únicas que le pueden afectar, ya que generalmente pueden contribuir a un descenso considerable de la autoestima del niño. Pero sin embargo, las etiquetas positivas también pueden afectarle enormemente, pues el definirle con una etiqueta positiva puede resultar un “arma de doble filo”, ya que podrían darse situaciones ante las cuales el niño no pudiera responder según las exigencias de esa etiqueta que le ha sido asignada, llegando a poder experimentar miedo a no estar a la altura de lo que se espera, lo que puede ocasionarle también estrés y ansiedad, viéndose afectada su autoestima. 

Allá por el año 1968 Rosenthal y Jacobson, con el llamado “Efecto Pigmalión” pusieron de manifiesto el peligro de etiquetar a los niños. Su estudio estaba referenciado al ámbito escolar. En resumen, lo que hicieron fue elegir al azar a unos estudiantes y dijeron a los profesores que tenían mayores capacidades intelectuales que otros. De esta manera, se comprobó, que efectivamente los resultados del grupo que se suponía poseía unas mayores capacidades intelectuales, fueron mejores que los del otro grupo.


martes, 10 de diciembre de 2013

Pasta de sal

La semana pasada leí esta entrada en uno de los blogs que sigo Una princesa guisante y me la apunté en "actividades para hacer". La verdad es que no tardamos mucho en hacerla, aprovechamos una tarde de frió que llegamos pronto a casa y nos pusimos manos a la obra. 

Os la recomiendo porque no hay que preparar nada y los ingredientes los tenemos todas en casa: agua, harina y sal.

Tengo que decir que la primera idea era hacer adornos de navidad para el árbol, pero al final decidimos usarla como plastilina porque fue los que les apeteció a los peques.

Hacer la masa fue lo más divertido, tanto mi príncipe como mi princesa disfrutaron metiendo las manos en el bol y pringándose:
¡Mira mami como tengo los dedos!, me decía mi princesa.

Mi príncipe simplemente metía sus manitas y las sacaba, esparciendo harina por toda la habitación.





Disfrutaron un montón amasando. Una vez que tuvimos la masa preparada, mi princesa dijo que quería sacar su maletín de plastilina (regalo de cumpleaños) y estuvimos amasando, cortando, haciendo formas..... En esta parte de la actividad príncipe se desmarcó, ya no le interesaba tanto, así que él estuvo entretenido con otras cosas por la habitación. 



Mi mundo como mama


Hicimos algunas formas y las dejamos secar con la idea de pintarlas algún día.... ya veremos.

Mi conclusión con esta actividad es que a mis hijos les encantó amasar y meter sus manitas en la mezcla de harina y agua, así que una tarde de estas haremos galletas, ya os contaré, ahora a buscar una receta fácil por internet.


martes, 3 de diciembre de 2013

Regalos de Navidad

Se acercan las Navidades, que desde que tengo niños son unas fechas que me encantan, me parecen unas fechas entrañables, donde hay un montón de cosas que hacer y donde se disfruta muchisimo de la familia y de los amigos. 



Pero odio la parte consumista de la Navidad, me parece que hemos perdido un poco el norte. Me parece exagerado que un niño se junte con 15 o 20 regalos, es algo que está totalmente fuera de contexto. 
Este año estoy intentando limitar al máximo el numero de regalos entre la familia, ya os contare con cuantos nos juntamos, porque me da que no voy a conseguir reducirlos.



Yo de pequeña recibía un par de juguetes y algún libro, algo muy comedido, pero que lo disfrutaba de verdad. Papa Noel nos solía traer un juguete para jugar en vacaciones y los Reyes otro y un libro.

Solo teníamos esos regalos, a veces caía algo más en casa de algún tío o abuelo, aunque casi siempre era dinero para comprar ropa, así que no contaba mucho.

Yo quiero seguir con esa tradición, en nuestra casa vendrá Papa Noel con un juguete para cada uno y los Reyes con otro detalle y un cuento, si solo fuera esto sería genial, pero nos faltan las casas de los abuelos, las de los tíos y algún familiar más que quiere regalar y eso es lo que me parece exagerado. El año pasado en casa de mi suegra mis hijos y sobrinos abrieron una media de 10 paquetes, os podéis imaginar el caso que hicieron a las cosas, solo decían "otro más", así que tal cual llegaron a casa los guarde en un armario y los he ido sacando durante el año, poco a poco.

A todo ésto, tengo que añadir que mis hijos son de pocos juguetes, son demasiado pequeños aún y lo que más les entretiene son las manualidades y actividades que hacemos en casa todos juntos. Este año a la princesa le van a traer algo de playmobil y de lego, yo creo que le va a gustar. A mi príncipe aun no lo sé, es demasiado pequeño y lo que más le va a gustar es abrir los paquetes.

Y vosotras, ¿como organizáis el tema de los regalos? ¿os resulta fácil poner freno a la familia?